miércoles, 10 de febrero de 2010

Jhon Ender Duque V

Los superconductores en la ciencia ficción


Podría pensarse que una tecnología tan absolutamente innovadora como la superconductividad habría sido ampliamente utilizada
en la ciencia ficción... pero en la práctica no es así. Por supuesto, obras en las que se comenta que tal o cual cachivache
utilizan dispositivos superconductores no son raras. Pero si lo que se pide es que la superconductividad sea un elemento
decisivo de la trama prácticamente pueden contarse con los dedos de una mano... y sobran dedos. Debido a esto se aprecian
mejor obras como el relato "Cruzada", de Arthur C. Clarke. En un mundo situado entre dos galaxias, a una temperatura por
debajo del punto de licuefacción del helio, aparece una inteligencia basada en la superconductividad. Una inteligencia que
no ve con buenos ojos a las inteligencias orgánicas, moviéndose en ambientes de alta temperatura y que mantienen
esclavizadas a las pobres computadoras y decide iniciar su propia cruzada liberadora...

Otro libro emblemático en el que la superconductividad juega un papel importante es "Mundo Anillo" y especialmente su
continuación "Los Ingenieros de Mundo Anillo", de Larry Niven. El colapso de la sociedad del fabuloso Mundo Anillo vino
propiciado por una degeneración de los sistemas electrónicos y de generación de energía... debido a la contaminación por
un hongo de los superconductores que utilizaban. Teniendo en cuenta que la novela fue escrita en 1970, demuestra una notable
capacidad de anticipación en la utilización de superconductores de temperatura ambiente.

En la misma linea, la civilización alienígena de "La paja en el ojo de Dios", de Niven y Pournelle tiene uno de sus pilares
en la existencia de superconductores que funcionan a temperaturas biológicas... e incluso pueden ser utilizados como pintura.
Aparecen también algún que otro tipo de material exóticos, como por ejemplo superconductores de calor o superfricción.

La superconductividad en cuanto a mecanismo para la generación de enormes campos electromagnéticos es utilizada por Gregory
Benford en su relato "Efectos Relativistas", en el que se describe con todo lujo de detalles la estructura y el
funcionamiento de una nave estatocolectora... que utiliza superconductores de alta temperatura para la generación de las
fuerzas hidrodinámicas que actúan como colector de materia para el motor de la nave. Esta misma tecnología se utiliza
también en "Tau Cero", de Poul Anderson, aunque aquí empleando superconductores clásicos refrigerados por helio.

Otro elementos de la ciencia ficción en los que la superconductividad no es un lujo son los ascensores espaciales.
En efecto, en un ascensor son necesarios superconductores para el transporte de energía (las perdidas en un cable de 36.000
Km podrían resultar impresionantes), para mover los vagones del sistema de transporte (por medio de un acelerador lineal,
semejante a los trenes MAGLEV a los que hicimos referencia mas arriba) o incluso para el acoplamiento del cable: en "Marte
Rojo", de Kim Stanley Robinson se utiliza un enlace dinámico de tipo electromagnético en el que los campos implicados
requieren sin duda alguna el uso de superconductores...

Los dispositivos de interferencia cuántica o SQUID son descritos magistralmente por William Gibson en su clásico relato
"Johnny Mnemónico" (del que partió la película del mismo nombre). En este cuento aparece un delfín, veterano de guerra,
dotado de un dispositivo SQUID (en la nefasta traducción del cuento "calamar") para la detección de minas y submarinos
enemigos... que también puede ser utilizado para leer la clave implantada en el cerebro de un correo cargado con
información altamente reservada y peligrosa. Estos dispositivos también aparecen en la película "Días Extraños", donde
un dispositivo SQUID con superconductores de temperatura ambiente se utiliza para grabar y reproducir digitalmente
experiencias personales directamente desde el cerebro humano... dando lugar a un productivo mercado negro de sexo,
sensaciones y emociones.

Por ultimo, en el relato "Armaja Das" de Joe Haldeman aparecen ordenadores superavanzados que utilizan superconductores
clásicos (mercurio refrigerado por helio) en su CPU: al final resultan ser tan sumamente avanzados que son sensibles a las
maldiciones y el mundo acaba por destruirse por su culpa.

Pobre bagaje de relatos para una tecnología tan sumamente interesante dentro del género...

El fenómeno de la superconductividad ya forma parte integrante de nuestras vidas. La resonancia magnética nuclear no habría
podido desarrollarse sin su ayuda y constituye un auxiliar indispensable en la investigación científica y tecnológica. El
que consiga o no convertirse en un producto de gran consumo depende exclusivamente de los resultados de la investigación
sobre superconductores a temperatura ambiente. En cualquier caso, es evidente que estos materiales supondrán en un futuro
inmediato un elemento sumamente importante en nuestra civilización: la era de las tecnologías mas allá de la resistencia
eléctrica parece encontrarse, en estos momentos, a la vuelta de la esquina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario